viernes, 11 de julio de 2008

¡GRACIAS COMPAÑERO MAURICIO MULDER¡

A consecuencia de los desaciertos del gobierno, el paro que prometía ser tibio, dominguero y de relajo colectivo, como muchos anteriores, se convirtió en un triunfal plebiscito democrático. Y hasta donde tengo entendido Bernardo Dolmos, Efraín Yépez y toda su cofradía de la calle Recoleta están pensando remitir una carta de gratitud al congresista PAP Mauricio Mulder por su gran colaboración al éxito del paro,

Quienes ignoraban la realización del paro, ya sea por sus múltiples ocupaciones o porque estaban más preocupados en sus negocios, lo cual es legítimo; fueron evidentemente aleccionados gracias a los avisos televisivos que anunciaban el paro, pagados por el partido de gobierno y con la participación estelar de ese gran divo de la publicidad política llamado Vladimiro Montesinos, más conocido como el nuevo “profeta” de la democracia.

¡Increíble! Montesinos, el descastado delincuente que mandó al destierro a Alan García, “injustamente” acusado de ser un ladrón de los recursos del tren eléctrico, la quiebra del BCCI, la sobre valuación de la casa de Naplo y otras tantas cosillas; ahora se ha convertido en el patriarca de la nueva alianza alan-montesinos.

La difusión del spot televisivo le costó al partido de Alfonso Ugarte la friolera de 55 mil soles. El genio que diseñó la estrategia fue el congresista Mauricio Mulder, quien muy orgullosamente admitió ser el creativo de ese su primer intento de ingeniosa publicidad con la que se graduó como master en campañas sicosociales. Si él continúa asesorando al gobierno sospecho que no vamos a llegar al final del mandato de García.

De esta forma, el ladrón y asesino de Barrios Altos y la Cantuta, se convirtió en un santo. El patibulario ex capitán del Ejército Peruano, consiguió ser redimido como el justo medio de la balanza política en el país. ¡Ah!, las cosas que uno tiene que ver... El paso del tiempo remedia todo, al punto que ahora nuestros hijos ven la mutación del profeta Montesinos, gracias a la publicidad pagada por el gobierno.

El viejo Haya de la Torre debe estar regurgitando todo su antiimperialismo en su tumba. Está demás discutir sobre las causas del paro y de la actual crisis económica donde se combinan diversos factores; pero de allí a convertir a la rata más grande del lenocinio político del país, en un oráculo veraz de la democracia, es una aberrante equivocación.

Felizmente, luego del exitoso paro, el Presidente García, ha señalado en tono recatado que se hace necesario el diálogo entre todos los sectores políticos, lo que a su vez podría originar algunos cambios en el gabinete ministerial y nuevos anuncios en el paquete del 28 de julio próximo.

Alan García ya esta en la mira: Tanto Olmedo Auris del Sutep, así como Bernardo Dolmos Bengoa, en Cusco, han incorporado en el estribillo del paro, la frase NUEVO PRESIDENTE: GARCIA A SU CASA. Similar pedido se escuchó durante toda la gestión de Toledo, y parece irónico que fue justamente García el que marchó en el 2004 pidiendo un adelanto de elecciones, que ahora debe resonarle en el oído como un estridente chillido que continuará durante los siguientes años que le quedan de mandato, si es que lo dejan terminar.

Por esta razón se hace más urgente efectuar la mesa de concertación, entre todos los sectores, llámese izquierda, derecha, sindicatos y gobierno. Lo que se avecina es un tsunami con características de hecatombe en el mundo, mientras en el Perú seguimos jugando a las guerritas. La única forma de protegernos es uniendo esfuerzos y rediseñando de manera multipartidaria un objetivo nacional.

Hoy más que nunca somos conscientes de la gravedad de la crisis económica mundial. Les confieso que me aterra el futuro de nuestro país, La clase media está siendo demolida, mientras los pequeños comerciantes son estrangulados y los pobres extremos mueren lentamente en algún rincón desolado. Entretanto el APRA se divide, entre los honestos militantes desocupados que han mostrado su desacuerdo con la política económica del país y los afortunados militantes ventrales que ahora viven a expensas de las ubres del gobierno.

Frente a todos estos indicios, es preciso reiterar nuestra convicción en la necesidad de cumplir los plazos democráticos; siempre y cuando el gobierno procure un cambio en su soberbia. Dicho de otro modo ¡Ni adelanto de elecciones, ni sordera gubernamental!